jueves, 28 de agosto de 2008

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Una de ellas se llamaba Marta y con sus 27 años era mucho más joven que mamá. Marta tenía una particularidad que noté de entrada: estaba buenísima. Medía como 1,70 metros, tenía el pelo lacio y largo de color negro, peinado con una cola por detrás con flequillo a la altura de sus cejas. De esa forma quedaban al descubierto unos ojos negros muy redondos y grandes, siempre bien maquillados. Era esbelta, de largas piernas rematadas con el culo más redondo y duro que yo recuerde. Y sus senos, sin ser grandes se adivinaban redondos y firmes debajo de las ajustadas prendas que usaba. Bueno, en cuanto percibí a esa tremenda mujer mi vida empezó a ser un calvario.

El hecho de saberla inalcanzable me ponía muy mal. No pasaba día en que no la cruzara por los pasillos de la casa y en que no me hiciera las más descomunales pajas en su honor. Por mi parte, a esa altura, yo empezaba a insinuarme como un hombre con muchísimas posibilidades de aspirar a la mujer que quisiera. Medía 1,80 y mi cuerpo esbelto empezaba a tornearse con los duros entrenamientos que el equipo de rugby exigía. La verdad es que ya entonces no tenía problemas con las chicas de mi edad, pero eso no era consuelo: Marta prometía cosas que, sabía, ninguna de mis ocasionales conquistas de adolescente me podría dar.mujeres guapas - porno de gordas - videos porno amateurs - videos maduras - gordas - videos de rubias

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En 1974 mi madre decidió que era un buen momento para retomar los estudios Universitarios que por su matrimonio había interrumpido. A mis 18 años la idea me causó total indiferencia. Mi vida no se modificaba en lo más mínimo. O al menos así lo creí en primera instancia.

La primera consecuencia que me tocó de cerca fue que la casa comenzó a llenarse a toda hora con estudiantes que compartían la tremenda disciplina que mi madre siempre tuvo para estudiar. Al principio las caras variaban, pero de a poco se fue produciendo una selección en los compañeros de estudios hasta que solo quedaron un par de compañeras que evidentemente podían seguir el ritmo que mi madre imponía.buenas mamadas - videos de tangas - negras tetudas - galerias jovencitas - mujeres follando - fotos putas

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Cuando tuve su culo bien lubricado, le apoyé la cabeza de la pija y le pedí que se relajara. Eso hizo. No hizo falta más: la pija se le deslizó poco a poco adentro. Cuando sintió que la cabeza le había entrado, ella empujó con todas sus fuerzas hacia atrás, una y otra vez. Creo que me dolió más a mí que ella. Se enderezó lo más que pudo y me pidió que le metiera una mano en la concha y que con la otra le apretara las tetas.

Acabamos juntos, parecía que mi leche no me terminaba de salir más y sentía en mi mano que su flujo orgásmico me la bañaba.

Nos quedamos tendidos en el sillón, recuperándonos. Se ofreció a bañarme, lo obviamente acepté. Llenó la bañera y me llamó cuando estaba todo listo. Nos metimos al agua y nos bañamos. Salimos y ahí fue que me dijo que era la primera y última vez que esto pasaba entre nosotros, que se debió a la bebida, y que se yo cuantas cosas más.mamadas y corridas - tangas gratis - negras follando gratis - jovencitas naturales - fotos mujeres - putas de lujo

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Mientras tanto yo le había bajado los breteles del vestido y había sacado sus tetas al aire: tenía unos pezones rojos y erectos. Ella misma llevó mi pija hacia sus pechos y allí los restregó en sus pezones.

Di la vuelta al sillón y quedé frente a su culo. Le bajé la bombacha y le empecé a chupar el culo tratando que mi lengua fuera lo más profundo posible. Esto la enloqueció. Se apretaba los pezones y gemía.mamadas gratis - fotos de tangas - videos negras gratis - jovencitas virgenes - fotos de mujeres - videos putas

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Me puse de pie y me acerqué lentamente a ella sin dejar de hablar. Al llegar a la altura de su cabeza, vi como sus manos se movían entre sus apretadas piernas.

Le apoyé la pija en su cabeza. Ella levantó una mano y comenzó a acariciármela por sobre el pantalón. Encontró el cierre y lo bajó lentamente. Se puso de rodillas en el sillón y empezó a chupármela casi con desesperación. Había metido una de sus manos por la concha y con la otra se acariciaba el culo: un culo muy bien formado.videos gratis de maduras - jovencitas tetonas - colegialas calientes - fotos de chicas - buenas tetas - colegialas follando

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Al ver que había alguien en la puerta, me pongo rígido y eso hace que arremeta con fuerza mi dedo en su concha: parece que fue en el momento justo ya que ella también se tensó por la llegada de su orgasmo y comenzó a chupar más fuerte.

No la quise cortar, con la esperanza de que no entrara nadie. Me quedé mirando fijamente la puerta y alcancé a ver a una mujer que se estaba tocando las tetas mientras nos miraba. Grande fue mi sorpresa al reconocer entre las sombras a la tía viuda.videos rubias gratis - galerias videos caseros - sexo mamadas - sexo negritas - super culos - fotos morenas

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Con Susana (así llamaremos a la tía) teníamos gran confianza y muchas veces habíamos hablado de sexo entre los tres y le habíamos dado a entender que algo pasaba. Su actitud era siempre de recomendarnos que nos cuidáramos respecto del embarazo ya que ella era la responsable de Ana ante su familia y no quería problemas.

La cuestión es que decidí que cada uno disfrutara de su paja tranquilamente. Al tiempo Ana tuvo que viajar a su lugar de origen a visitar a sus padres.rubias contra morenas - fotos de videos caseros - mamadas brutales - negritas calientes - culos abiertos - videos morenas