jueves, 28 de agosto de 2008

peliculas lesbianas

Una de ellas se llamaba Marta y con sus 27 años era mucho más joven que mamá. Marta tenía una particularidad que noté de entrada: estaba buenísima. Medía como 1,70 metros, tenía el pelo lacio y largo de color negro, peinado con una cola por detrás con flequillo a la altura de sus cejas. De esa forma quedaban al descubierto unos ojos negros muy redondos y grandes, siempre bien maquillados. Era esbelta, de largas piernas rematadas con el culo más redondo y duro que yo recuerde. Y sus senos, sin ser grandes se adivinaban redondos y firmes debajo de las ajustadas prendas que usaba. Bueno, en cuanto percibí a esa tremenda mujer mi vida empezó a ser un calvario.

El hecho de saberla inalcanzable me ponía muy mal. No pasaba día en que no la cruzara por los pasillos de la casa y en que no me hiciera las más descomunales pajas en su honor. Por mi parte, a esa altura, yo empezaba a insinuarme como un hombre con muchísimas posibilidades de aspirar a la mujer que quisiera. Medía 1,80 y mi cuerpo esbelto empezaba a tornearse con los duros entrenamientos que el equipo de rugby exigía. La verdad es que ya entonces no tenía problemas con las chicas de mi edad, pero eso no era consuelo: Marta prometía cosas que, sabía, ninguna de mis ocasionales conquistas de adolescente me podría dar.mujeres guapas - porno de gordas - videos porno amateurs - videos maduras - gordas - videos de rubias

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